El Síndrome de Sudeck o Distrofia Simpático Refleja, es una compleja alteración neurovegetativa que se manifiesta con un dolor agudo y desproporcionado en una extremidad tras una lesión, cirugía o fractura menor. Esta enfermedad afecta más a las mujeres, con una manifestación típica entre los 30 y 40 años, aunque también se observa en niñas.
Esta condición puede describirse como una reacción errónea del organismo donde la destrucción del tejido predomina sobre la regeneración, retrasando la curación de la lesión inicial. Los síntomas son muy incapacitantes, cursando con dolor invalidante, inflamación, edema y limitación funcional severa.
El factor psicológico y el aumento de casos
Cabe destacar que el Síndrome de Sudeck se ve agravado por el estado emocional del paciente. Investigaciones demuestran que la ansiedad y el síndrome de estrés postraumático pueden favorecer su progresión.
Hay muchas teorías acerca del aumento de casos, por un lado el ritmo de vida estresante de la mayoría de personas podría favorecer el empeoramiento de esta condición. Sin embargo, se debe considerar que al ser una patología históricamente “joven”, el aumento de casos es un resultado esperado, resultado de un mejor diagnóstico.
Esperanza de recuperación
Para lograr un pronóstico favorable (hay solución en 70% u 80% de los casos), deben participar conjuntamente cirujanos, traumatólogos, anestesiólogos expertos en dolor, psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales y médicos rehabilitadores.
El modo de tratamiento es variado y multidisciplinar —desde fármacos hasta radiofrecuencia—, pero solo la intervención temprana y el tratamiento psicológico logran evitar las secuelas más graves, como la inmovilización completa de la extremidad afectada.












