Llorar no es de hombres... qué es la masculinidad frágil y cómo identificarla
Comentarios como los del Chicharito sobre el rol de las mujeres en casa nos hacen cuestionarnos sobre qué es la masculinidad frágil
Las mujeres deben limpiar la casa y dejarse liderar por los hombres, fueron algunos de los comentarios del jugador de las Chivas, Javier ‘Chicharito’ Hernández, en sus cuentas de redes sociales que nos hacen cuestionarnos sobre qué es la masculinidad frágil.
Este tipo de declaraciones no son nuevas, pero sí cada vez más visibles. Y aunque parezcan aisladas, reflejan algo más profundo: una forma de pensar aprendida, arraigada en la idea de que ser hombre implica dominar, no mostrar emociones y mantener una superioridad frente a lo femenino.
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¿Cómo se identifica la masculinidad frágil?
La masculinidad frágil no se nota a simple vista. Pero está ahí, en frases como “eso no es de hombres”, en la risa nerviosa cuando otro varón llora, o en la necesidad constante de demostrar fuerza, liderazgo o frialdad.
También puede reflejarse en actitudes como la resistencia a participar en labores domésticas, el rechazo al autocuidado o el miedo a mostrarse vulnerable. Es decir, cuando cualquier desviación del “deber ser” masculino genera ansiedad, incomodidad o incluso burla.
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¿Por qué es importante hablar de la fragilidad masculina?
Porque vivimos en un momento de transformación social. Las mujeres cuestionan roles tradicionales, la diversidad se hace visible y las emociones empiezan a encontrar su lugar. Y eso, para quienes fueron educados bajo la rigidez del machismo, puede ser incómodo.
Reconocer la masculinidad frágil no es una acusación, sino una oportunidad para abrir la conversación. Cuestionar esos moldes puede ser el primer paso para que los hombres se permitan vivir con mayor libertad emocional, mejorar sus relaciones y contribuir a una sociedad menos violenta y más empática.