¡No solo para tu aliento! 3 trucos caseros con enjuague bucal que salvarán tu ropa

Una tarde de domingo, mientras hacía la tediosa tarea de lavar ropa, Mariana descubrió una mancha de vino tinto en su blusa favorita. Buscó desesperadamente en la despensa algo que pudiera ayudarle y, sin mucha fe, tomó el enjuague bucal. Lo que parecía un acto de desesperación se convirtió en un hallazgo revolucionario: la mancha desapareció como por arte de magia. ¿Cómo es posible? Este producto, que todos tenemos en casa, guarda secretos sorprendentes más allá del baño. Aquí te contamos tres usos poco conocidos del enjuague bucal para tratar manchas y problemas domésticos.

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¡Sí! Sobre todo las manchas de tinta, vino, sudor o grasa ligera. Basta con aplicar un poco de enjuague bucal (sin color y preferiblemente con alcohol) directamente sobre la mancha, dejar actuar 5 minutos y luego enjuagar con agua tibia. Sus propiedades antibacterianas y alcohol en su fórmula rompen los residuos que causan las manchas. Un consejo de abuelita modernizado por la ciencia.

Si alguna vez has sentido ese olor a humedad o cigarro que no se va ni con dos lavadas, prueba esto: agrega media taza de enjuague bucal al ciclo de lavado. No solo neutraliza olores, sino que desinfecta las fibras y deja una frescura inesperada. Ideal para ropa de gimnasio, toallas o uniformes escolares.

Totalmente. Mezcla enjuague bucal con agua en partes iguales y tendrás un limpiador casero perfecto para superficies, zapatos y hasta esponjas de cocina. Su poder bactericida actúa rápidamente y deja un aroma agradable. Quién diría que ese enjuague olvidado en el botiquín podría ser tu nuevo aliado del hogar.

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