Sudar es vivir: el mecanismo que te enfría, te protege… y hasta podría enamorar
Además de generar ese mal olor que emanas tras hacer alguna actividad física, el sudor tiene otras implicaciones como mantenerte fresco
Sudar no solo es normal, es vital. Es el sistema que tu cuerpo usa para mantenerse fresco cuando sube la temperatura, haces ejercicio, tienes fiebre o atraviesas momentos de estrés o miedo. Al sudar, eliminas agua, minerales, glucosa, urea y ácido láctico, gracias a la acción de neurotransmisores como la adrenalina.
Aunque a veces es incómodo, el sudor es una poderosa herramienta de autorregulación, y entenderlo ayuda a aceptarlo como parte de tu salud.
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¿Por qué huele mal si es inodoro?
El sudor no tiene olor propio. El mal olor aparece cuando las bacterias de tu piel descomponen sus componentes y liberan ácidos grasos y compuestos sulfurosos. Las zonas más propensas son las axilas, pies y área genital, donde las glándulas apocrinas producen una secreción más espesa.
Sudar en exceso puede indicar hiperhidrosis, y si hay mal olor persistente, hablamos de bromohidrosis, condiciones que afectan la autoestima pero que tienen tratamiento médico.
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¿Feromonas humanas? Aún sin prueba científica
Estudios como los de la psicóloga Martha McLintock han sugerido que el sudor podría influir en la sincronización de ciclos menstruales femeninos. Otros, como los de Winnifred B. Cutler, señalan que ciertos olores pueden favorecer el reconocimiento entre parejas.
Aunque en animales existen feromonas claras, como el bombykol en gusanos de seda, en humanos aún no se ha identificado ninguna sustancia que funcione como feromona comprobada.