Tres generaciones, un mismo sueño: la dinastía Hernández en los Mundiales
Una familia marcada por la historia del fútbol mexicano. Tres generaciones han llevado el apellido Hernández a la máxima cita del balompié internacional.
En el fútbol, pocas historias familiares son tan simbólicas como la de los Hernández. Tres generaciones han defendido los colores de México en distintas Copas del Mundo, dejando una huella imborrable en la historia del balompié nacional.
Javier Hernández Balcázar, mejor conocido como Chicharito, es quizás el más popular de la familia. Máximo goleador histórico de la Selección Mexicana, participó en tres ediciones de la Copa del Mundo: Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018. Su nombre quedó grabado no solo por sus goles, sino por continuar un legado que comenzó décadas atrás.
Antes que él, su padre, Javier “Chícharo” Hernández Gutiérrez, formó parte del plantel mexicano en el Mundial de México 1986. Aunque no tuvo tantos reflectores como su hijo, su convocatoria a una Copa del Mundo fue ya un motivo de orgullo para la familia.
Pero la historia no empieza ahí. El primer Hernández en representar a México en una Copa del Mundo fue Tomás Balcázar, abuelo de Chicharito, quien jugó el Mundial de Suiza 1954. Curiosamente, Balcázar le anotó un gol a Francia en esa justa, mismo rival al que Chicharito marcaría 56 años después, en Sudáfrica 2010.
Una coincidencia que, más que casualidad, parece un símbolo de herencia deportiva.
En total, esta familia ha sido parte de cinco Copas del Mundo repartidas en tres generaciones distintas, una hazaña que pocas familias pueden presumir en el fútbol internacional.
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