Cuando el contenedor X-Press Pearl comenzó a incendiarse en el Océano Índico en mayo 2021, Sri Lanka estaba preocupado por las 350 toneladas de petróleo que caería en el océano causando un desastre medioambiental para los arrecifes de coral y la industria pesquera del país.
Las Naciones Unidas destacaron que este suceso es el “peor desastre marítimo”, aclarando que el mayor impacto no fue causado por el derrame de petróleo, sino de los químicos que transportaban. Entre ellos ácido nítrico, soda cáustica y metanol, no obstante, el más dañino proviene de 87 contenedores llenos de un elemento plástico del tamaño de lentejas: los nurdles.
Los nurdles (pellets) son pequeños gránulos de plástico que se utilizan para hacer casi todos los productos plásticos que usamos diariamente. Estos contienen una mezcla de químicos que pueden absorber las toxinas presentes en el agua. Una vez en el ambiente, los nurdles son difíciles de eliminar, pues duran mucho tiempo y se fragmentan en microplásticos aún más pequeños causando que los animales ingieran este producto tóxico.
¿Qué está pasando con los nurdles actualmente?
Desde el desastre, los nurdles han terminado en las costas del océano Índico, desde Malasia hasta Somalia. En algunos lugares se encuentran con una profundidad de hasta dos metros. Asimismo, han encontrado estos residuos en cadáveres de delfines y en las bocas de peces, pues alrededor de 1,680 toneladas de nurdles han terminado en el océano, siendo el derrame más grande en la historia según las Naciones Unidas.
Como el petróleo, los nurdles son contaminantes constantes y continuarán su paso por el océano y las costas por décadas. Asimismo, también son “esponjas tóxicas” que atraen toxinas químicas y otros contaminantes a la superficie. “Los pellets por sí mismos son una mezcla de químicos, sin embargo funcionan como esponjas tóxicas. Muchos químicos -que es el caso de Sri Lanka ya están en el agua- son hidrofóbicos, repelen el agua, entonces juntan microplásticos en la superficie”, comenta Tom Gammage en la Agencia de Investigación Ambiental (EIA).
Los contaminantes podrían estar un millón más de veces en la superficie de pellets que en el agua y gracias a estudios de laboratorio, se ha comprobado que cuando un pez ingiere un pellet, varios contaminantes se sueltan en su organismo, agrega Gammage.

Acciones ambientalistas ante este caso
Varios ecologistas se han unido con el gobierno de Sri Lanka en el intento de convertir el desastre de X-Press Pearl en un catalizador para el cambio. Cuando el comité de protección del medio ambiente marino de la Organización Marítima Internacional (OMI) se reunió en Londres para el llamado de Sri Lanka, tenían como finalidad clasificar a los nurdles como mercancías peligrosas. Esto atrajo el apoyo del público de más de 50.000 mil personas que firmaron una petición para lograr el cometido.
El clasificar a los nurdles como peligrosos podría ser una oportunidad para detener el traslado de este tóxico o tener condiciones para su envío. “Deberán almacenarse debajo de la cubierta en envases más resistentes con etiquetas claras y estarán sujetos a protocolos de respuesta a desastres que se implementará en caso de una emergencia para prevenir otro impacto ambiental”, comenta Tanya Cox, especialista en los plásticos impactando en el océano en Flora & Fauna International.
Mientras tanto, la limpieza de Sri Lanka continúa. Alrededor de 470 tortugas, 46 delfines y ocho ballenas encontradas muertas en las costas de la playa tenían nurdles en su cuerpo. Mientras que no hay prueba de que los nurdles son los responsables, Withanage comenta: “He visto algunos delfines que tienen residuos plásticos dentro de ellos, alrededor de 20,000 familias que han dejado de pescar por lo mismo”.
Los pescadores comentan que cuando se meten al agua, los nurdles se meten en sus orejas, lo que afecta el turismo de la playa y todo.