En las consultas médicas del siglo XXI, un nuevo perfil masculino ha comenzado a llamar la atención: el síndrome de Simón. No se trata de un nombre propio, sino de un acrónimo que revela una serie de síntomas que afectan la salud física y emocional de muchos hombres adultos jóvenes. Cada letra encierra un rasgo común, un pequeño grito de alerta en medio de rutinas apretadas, comida rápida y estrés crónico. Y aunque parezca anecdótico, este síndrome va en aumento.
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¿Qué significa la letra S en Simón?
La S hace referencia a los “Single”: hombres solteros. No es un juicio moral, sino un rasgo demográfico. Muchos pacientes con este síndrome no tienen pareja estable, lo que, según estudios, puede relacionarse con mayores niveles de ansiedad y hábitos menos saludables, como mala alimentación o sedentarismo.
¿Y la I? ¿De qué habla este rasgo?
La I se refiere a los “Incomunicados”. Hombres que, pese a estar rodeados de tecnología, tienen dificultades para expresar sus emociones o establecer vínculos profundos. Se aíslan, evitan hablar de sus problemas y postergan pedir ayuda profesional.
¿Qué revelan la M, la O y la N?
M de Mantenidos por sus padres, O de Obsesionados con el cuerpo, y N de Ninis (ni estudian ni trabajan). Estas letras completan el perfil de un hombre que, aunque joven, vive estancado, presionado por estándares estéticos y atrapado en una dependencia emocional y económica.
Este síndrome no está en manuales clínicos oficiales, pero es un espejo incómodo de una generación. Reconocerlo puede ser el primer paso hacia el cambio.
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