¿Es posible sentir amor verdadero por más de una persona al mismo tiempo? Aunque para algunos suena a traición, otros defienden que el corazón humano es más complejo de lo que imaginamos.
Imagina a Laura, sentada frente a su terapeuta, con lágrimas en los ojos y una confesión que le quema en la garganta: “Estoy enamorada de dos personas... y no sé a quién escoger”. Durante años, nos han enseñado que el amor romántico debe ser exclusivo, como una flecha que solo puede tener un blanco. Sin embargo, nuevas investigaciones en psicología, sociología y neurociencia cuestionan esta visión tradicional. ¿Y si no se tratara de un error, sino de una manifestación natural de nuestra capacidad afectiva?
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¿El corazón puede dividirse sin traicionar?
Los psicólogos especializados en relaciones afirman que el amor no es un recurso limitado. No se gasta ni se reparte como una torta: puede multiplicarse. Según la terapeuta y autora Elisabeth Sheff, las personas pueden sentir amor profundo y comprometido hacia más de una pareja simultáneamente, sin que eso implique amar “menos” a cada una. Esta perspectiva sostiene que el dilema moral surge no de la naturaleza del amor, sino de los acuerdos sociales que hemos construido alrededor de él.
¿Qué dice la ciencia sobre amar a más de uno?
Desde un enfoque biológico, el cerebro responde a estímulos de amor con un cóctel de sustancias como la oxitocina, la dopamina y la serotonina. Estudios recientes muestran que es posible liberar estas hormonas en presencia de distintas personas, activando circuitos de placer y apego de manera separada, pero igualmente intensa. Para algunos científicos, estar enamorado de varias personas no es una anomalía, sino un reflejo de la plasticidad emocional humana.
¿Amar a dos implica amar menos?
Aquí entra una gran confusión: “amar a más de uno” no significa amar con menor intensidad. De hecho, quienes practican relaciones poliamorosas relatan que experimentan amor profundo, lealtad y compromiso por cada una de sus parejas. El problema, entonces, no es la falta de amor, sino el desafío de gestionar emociones como los celos y la inseguridad, que son intensos en cualquier tipo de relación, monógama o no.
¿La sociedad está lista para aceptar este tipo de amor?
Aunque el poliamor y las relaciones abiertas son cada vez más visibles, el amor múltiple sigue generando incomodidad y resistencia social. La tradición cultural nos enseña a idealizar el amor único y exclusivo, como en los cuentos de hadas. Para muchos, aceptar que alguien pueda amar sinceramente a dos personas parece un atentado contra la esencia misma del romance. Sin embargo, las nuevas generaciones comienzan a cuestionar estos mandatos, explorando formas alternativas de amar que priorizan la honestidad, el consentimiento y la comunicación abierta.
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